Una asociación de dominación debe llamarse asociación
política cuando y en la medida en que su existencia y la validez de sus dominaciones,
dentro de un ámbito geográfico determinado, estén garantizadas de un modo
continuo por la amenaza y la aplicación de la fuerza física por parte de un
cuadro administrativo.
Por Estado debe entenderse un instituto político de
actividad continuada, cuando y en la medida en que su cuadro administrativo
mantenga con éxito la pretensión al monopolio legítimo de la coacción física
para el mantenimiento del orden vigente. [ ... ]
En las asociaciones políticas no es la coacción física e!
único medio administrativo, ni tampoco el normal. Sus dirigentes utilizan todos
los medios posibles para la realización de sus fines. Pero su amenaza y
eventual empleo es ciertamente su medio específico y, en todas partes, la
última ratio cuando los demás medios fracasan.
Max Weber. Economía y sociedad (1921). México, Fondo de Cultura Económica, 1992
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